domingo, 14 de febrero de 2010

Modelos Mentales

     Según Horacio Krell entonces, “Los modelos mentales son formas rígidas de mirar que limitan la percepción y que  se pueden remodelar para mejorar el rendimiento.” Expone un ejemplo: “Una rana en un recipiente con agua parece pasarla bien. Si se calienta el agua a fuego lento, la rana se aturde hasta que muere, pese a que nada le impediría salir. Si se arrojara una rana al agua hirviente saltaría de inmediato. Su sistema inmunológico, detector de amenazas le advierte solamente sobre los cambios repentinos, pero no de los graduales.” En el hombre, las reacciones se convierten en modelos mentales y creer que se aprende con la práctica es una ilusión, si “experiencia” es repetir siempre lo que se hizo la primera vez. 
     La Mayoría de las religiones, o al menos cuatro que he podido comprobar, contemplan en sus libros sagrados el Libre albedrío que  “es la creencia de aquellas doctrinas filosóficas que sostienen que los humanos tienen el poder de elegir y tomar sus propias decisiones”. Ahora la pregunta es: ¿Somos libres para elegir los modelos mentales? Si lo somos, pero sus consecuencias son irremediables, y como se producen a largo plazo, es difícil predecir sus efectos. El pensamiento cerrado por los modelos mentales, se detecta con los mapas. El discurso omite factores ocultos que actúan sobre el pensamiento. Son modelos mentales, relaciones y significados enquistados en el cerebro, que nos dirigen sin darnos cuenta. Inspeccionando esa caja negra, dibujando lo que en ella se encuentra, suspendiendo sus prejuicios, y creando mapas afines con la verdad, se destraba la percepción rígida, abriendo canales a la intuición y al perfeccionamiento de los modelos mentales. Usted es el que elige adaptarse reactivamente a lo que ocurre, permanecer inmóvil, o ser el proactivo anticipador y creador de su futuro. 
     Se puede culpar al destino, a la mala fe de los otros o al azar. Entonces el problema está afuera, y nos quedaremos tranquilos. Pero pensar en ser parte del  problema es la clave para encontrar la solución. Se puede elegir la actitud ante los acontecimientos de la vida, siempre podemos asumir que la botella se encuentra medio llena o medio vacía.  
La técnica de manejo de nuestros modelos mentales permite lograr  que lo que somos no interfiera en  el camino hacia lo que podemos llegar a  ser.  
     José Antonio Marina, en “Inteligencia Fracasada”, identifica una serie de fracasos cognitivos relacionados con nuestros modelos mentales: 
     Los prejuicios. Una persona tiene un prejuicio cuando esta absolutamente segura de algo que realmente no sabe, y juzga anticipadamente un hecho. Al tener un prejuicio, seleccionamos la información de forma que nos permita corroborarlo. Sin duda, los prejuicios son peligrosos, ya que inhiben todo tipo de reflexión, y por lo tanto hieren de muerte el proceso de aprendizaje. 
     La superstición. Consiste en mantener una creencia injustificable. A diferencia del prejuicio no discrimina de forma selectiva, pero es igualmente invulnerable a las evidencias en contra. 
     El dogmatismo. Se produce cuando una creencia nos lleva a una previsión que no se produce realmente, pero en lugar de reconocer el error, intentamos introducir las variaciones necesarias para poder seguir manteniendo la creencia inicial. 
     El fanatismo. Es la condensación de los tres anteriores junto a la defensa de la verdad absoluta y la llamada a la acción. Implica que una opinión no demostrada (ni demostrable en muchos casos?) se eleva a verdad absoluta (que debe practicarse o imponerse). No pensemos que los fanáticos surgen exclusivamente en entornos religiosos o políticos. Todas las organizaciones humanas pueden cultivar el fanatismo en mayor o menor medida. 
     En todos estos casos los individuos (y los grupos) se blindan contra las evidencias contrarias a sus creencias, lo que les impide conocer la realidad y aprender de la experiencia. 
     Para Marina las creencias tóxicas suelen tener una serie de elementos comunes: 
  • Son inferencias arbitrarias (conclusiones firmes sin evidencias que las soporten).
  • Usan una abstracción selectiva (se centran en un detalle, ignorando otros más relevantes).
  • Generalizan excesivamente (pasar de un caso particular a una creencia general).
  • Magnifican o minimizan (aumentan lo positivo y disminuyen lo negativo, y viceversa). 
  • Provocan pensamientos absolutistas y dicotómicos (o blanco o negro?) 
     Por tanto, las creencias son hábitos que operan de forma oculta en nuestra mente, y cuando se vuelven tóxicas o limitantes, provocan problemas muy serios, en el individuo y el colectivo. 
     Otro gran enemigo a la hora de cuestionar modelos mentales y abrirse al aprendizaje es el miedo. Cuando no se puede conversar para aclarar los modelos mentales colectivos. Es por ello que en Historia solo conocemos la parte del que gano, la otra parte se esfuma o no existe, es borrada. "Toda historia tiene al menos dos lados, nadie es totalmente malo, ni totalmente bueno, por allí se dice que sin Infierno no puede haber cielo.".- (Horacio Blanco, Desorden Publico.)
     Ahora bien, después de leer todo esto,¿Identifica cuales son sus modelos mentales?. En futuras publicaciones estudiaremos mas a fondo cada uno de estos llamados “Fracasos Cognitivos”, poniendo a prueba nuestro conocimiento y la capacidad que poseemos de modelar nuestra propia forma de pensar.

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viernes, 12 de febrero de 2010

Dos lados

     A través de nuestra vida vamos coleccionando un conjunto de conocimientos y vivencias, algunas generalizadas otras no tanto, en fin, ellas nos permiten conocer y abstraer del mundo que nos rodea lo que conformara nuestros ideales y formas de percepción del mismo. Esta formación que adoptamos modela nuestra conducta, comportamiento y pensamiento, teniendo un efecto determinante en la toma de cada una de nuestras decisiones. Estos supuestos, generalizaciones e imágenes establecen un modelo en nuestras mentes, un patrón que seguimos cada día.
     Definir que es bueno, que es malo generalmente depende de nuestro conocimiento. Muchas veces incluso actuamos de forma inconciente o automática. Los modelos mentales según Peter Senge son los anteojos a través de los cuales vemos el mundo y lo interpretamos. Es habitual que los individuos no seamos conscientes de nuestros modelos mentales y de los efectos que tienen en nuestra conducta.
     Todos tenemos saberes implícitos o tácitos, verdaderos y falsos. Con su representación gráfica los mostramos a nosotros mismos y a los demás. Nuestros padres nos crean los primeros modelos. Se puede decir que son nuestros programadores, conjuntamente con un equipo profesional de abuelos, tíos, tías, y primos mayores (en mi caso, soy hijo mayor). Luego esta nuestro entorno que va desde nuestra urbanización, ciudad, estado y país, con lo que forjamos nuestra cultura, la cual varía de un sitio a otro. En fin un conjunto de ideas que me permiten generar una conclusión o establecer una verdad.
     A través del tiempo y por la diversidad de ideas, comprendí que mi verdad no era del todo cierta, o estaba inconclusa, por lo cual dedicaba tiempo a la investigación, con la finalidad de reforzar la misma, por cierto lo de investigador es por mi madre, mientras más aprendo mas me falta. En el proceso Formal de aprendizaje, en la escuela, obtenemos conocimiento acerca de historia, ciencias y otras ramas del aprendizaje. Hechos que nos presentan como verdad absoluta, cerrando el camino a toda idea contraria a esto. Los medios nos venden también ideas acerca de la realidad, que en vez de aperturar el camino al crecimiento personal y creativo, cercenan o cortan de alguna manera el contacto con la realidad. Convirtiendo nuestras ideas en hipótesis no aceptadas.
     Aquí cito un ejemplo personal: Juan Rodríguez Suárez fundador de Mérida, mi ciudad natal, en 1558, cuyo nombre conocí en primera instancia en la escuela, en donde me formaron la idea de que era un héroe, al comentarle a mi padre, conocí otra vertiente. El afirmaba rotundamente que este señor era un tirano, delincuente, y otros apelativos que echaron por el suelo la anterior versión. Es que con siete años ¿en quien crees mas? ¿En tu padre con el que vives cada día o en tu maestra?. Al siguiente día cuando dije esto en clase fui objeto de atención por un buen rato, ¿Cómo podía yo ir en contra de los libros? ¿Peor aun de sus autores? ¿y de la propia maestra?. Con libro en mano me lo hizo leer en varias ocasiones. Que me perdone la maestra, pero yo continuo con esa idea y a medida que creció el conocimiento, se ha fortalecido. A principio de los 90 colocaron una estatua del fundador en una avenida de Mérida la cual mantenía azotada con bombas de pinturas, si esto lo lee mi Mama, mi conducta se justifica en argumentos posteriores y comparando con otros autores, además yo no era el único. De allí que hoy comprendo que describir, entender cómo los creamos, cómo nos llegaron desde el pasado y se proyectan hacia el futuro, solo lo obtenemos investigando sus causas.
     No culpo a la maestra, ni a mi padre, ellos en su conocimiento y análisis expusieron de la mejor manera su idea acerca de un punto específico. Al menos tuve la oportunidad de conocer dos puntos de vista, que en ese momento marcaron mi decisión de investigar, ir más allá de lo evidente…

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